Tomando conciencia . . .

Les relataré lo que viene aconteciendo conmigo. Sucede que empecé a padecer de mareos y fue un tanto desesperante para mí ya que no me había pasado antes con tal intensidad. Fui al Hospital y el doctor me recomendó realizarme unos exámenes de sangre para ver de que se trataba ( la idea no me gustó porque particularmente le tengo pavor a ese tipo de exámenes, pero lo tuve que hacer). Fue relativamente gracioso porque al momento de poner el brazo para que el biólogo extraiga la sangre yo estaba temblando jajaja. El biólogo me dijo que podía contarle algo sobre mí, a modo de que no coloque mi atención en el proceso de extraer la sangre. Terminé contándole algo muy personal y familiar que antes yo sólo alcanzaba a decir en momentos de plena confianza (definitivamente, en las situaciones más "apremiantes" uno destapa lo que lleva dentro jajaja). Pasadas las horas, recogí mis exámenes y fui rumbo al doctor ( el anterior que me atendió no estuvo y asumió mi caso otra doctora). Al momento de llegar al consultorio y  ya sentado en el sofá, la doctora me dijo lo siguiente: Bueno, aquí (examen de sangre) veo que tienes triglicéridos y colesterol dentro de lo normal para tu edad. En cambio, respecto a la glucosa la veo elevada y casi casi queriendo salir de los parámetros. Entonces no te recetaré nada más que una buena dieta y que reduzcas el consumo de azucares, ese es el motivo de los mareos, aunque, también creo que pueda ser estrés, ? te agradaría hablar con la psicóloga? Yo le dije: Bueno, no hay problema, sí me gustaría. La doctora en ese momento llamó a la psicóloga y le dijo que tenía un paciente más a atender ( fue muy rápido el contacto, me sorprendí). Una enfermera me acompañó y al momento de llegar al consultorio, tomé asiento y empezamos a charlar. Para serles sincero, la psicóloga me dijo que mi espíritu estaba cansado, bastó esa palabra para quebrarme y es que, siento que estaba cargando demasiados asuntos en el corazón y la mente. Después de llorar a mares me vacié a tal punto que sentí mucha calma (esto no me había pasado ni con compañeros jesuitas de los que recibía acompañamiento). Luego de salir del consultorio estuve feliz, con muchas consignas y temas a trabajar. Ciertamente, también salí sorprendido porque resulta que la psicóloga es miembro de CVX ( para los que no saben CVX forma parte de la pastoral de la Compañía de Jesús, coincidencias puras coincidencias jajaja).